Me llamo Francisco-José Méndez, pero todos me conocen por Pancho desde que era pequeño, no sé porqué, pero a mí me gusta decir que es porque soy tranquilo. Sin embargo en esta profesión de abogado uno nunca puede ser tranquilo, siempre hay que estar atento para defender y pelear por los intereses de los clientes, y nunca se puede estar tranquilo hasta que haces todo lo posible por tu cliente.

Soy de Mos, en Pontevedra, pero vine a Santiago a estudiar aquí me quedé porque esta ciudad me regaló una juventud llena de experiencias, tanto en el ámbito profesional como en el personal, hasta el punto de ya llevo más de 20 años ejerciendo y ya tengo dos hijos. Además, Santiago siempre fue para mí muy acogedora y siempre está viva, con una mezcla increíble de estudiantes, turistas y picheleiros de los que me orgullece formar parte, sin olvidar a mi tierra y a mi familia.

De todos modos, creo que la tarea fundamental del abogado tiene que ser el servicio al cliente.